Serendipity es una de mis películas favoritas (comedia romántica de 2001, protagonizada por John Cusack y Kate Beckinsale- http://www.youtube.com/watch?v=9iIF2sQkZ9U) desde la primera vez que escuché esa palabra quedó grabada en mi mente, su significado es especial:

De acuerdo con el Diccionario del Español Actual de Manuel Seco, es la facultad de hacer un descubrimiento o un hallazgo afortunado de manera accidental. En el entorno científico hace referencia a los descubrimientos casuales o imprevistos. En otros ámbitos, serendipidad (traducido al castellano) es la sabiduría de convertir un hecho inesperado o adverso, un accidente o un contratiempo en buena suerte.

Desde la creación de este blog quería escribir acerca de esta capacidad emocional (¿espiritual? o ¿instintiva?) y justo hoy he leído un artículo de Deepak Chopra sobre la función de las coincidencias que se relaciona completamente con la serendipidad. Vivimos tan agobiados en el día a día, bombardeados por tantos estímulos tecnológicos que no prestamos atención a los detalles. Pedimos guía al Universo pero estamos tan distraídos que dejamos pasar todas las señales.

Esas pocas veces que hacemos plena presencia en el ahora nos permiten detectar esas curiosas coincidencias o «causalidades», las vemos como fenómenos mágicos pero pasajeros, cuando en realidad pasan constantemente y de la manera más normal y sencilla. Sólo basta con estar atentos, el siguiente paso se dará de manera natural.

Chopra dice que estas coincidencias son la manifestación divina de nuestras intenciones o sueños. Cuando deseamos realizar un proyecto de cualquier tipo, personal o profesional y nos conectamos desde el corazón con el Ser Supremo (Dios, el Universo, la Consciencia Divina o como le queramos llamar), le pedimos asistencia, esa ayuda llega en el formato «Serendipity».

La tarea es fácil, concreta tus intenciones, se constante en visualizar lo que deseas y presta atención a tu entorno. Chopra sugiere tomarse 5 minutos en silencio al día y hacerse las siguientes preguntas: ¿Quién soy?, ¿Qué quiero para mi vida? y ¿Qué quiero de mi vida?. Sin duda, este ejercicio nos ayudará a esclarecer nuestros pensamientos y deseos verdaderos.

Quizás uno de los momentos en que más activa estuvo la serendipidad en mi vida, fue cuando decidí dejar todo en Colombia (trabajo, familia, amigos, etc.) y regresar a Barcelona, durante los últimos 4 años había sido un pensamiento recurrente «quiero vivir en Barcelona», así que empecé a pedirle a los Ángeles señales, que fueron llegando de diferentes maneras, desde las confrontadoras hasta las absurdas y divertidas. Una de tantas: durante 10 años viajé a una casa de campo 4 o 5 veces por año, en uno de esos viajes en que el tema ocupaba todos mis pensamientos, saliendo de la casa leo el nombre de la finca vecina… «Cataluña», la sonrisa que se dibujó en mi cara fue ¡espectacular!, cientos de veces pasé por el frente y no lo había notado, sentí que era una confirmación que estaba haciendo lo correcto.

Los invito a compartir sus maravillosas historias, serán «esa» señal para otros.