Hoy más que nunca la incertidumbre está presente en nuestras vidas, la frase de “un día a la vez” cobra un valor inmenso y puede ser el mantra que nos salve de la ansiedad y el desasosiego.

Soy ansiosa y pesimista, el peor cóctel en estos momentos de corona virus. Mi tabla de salvación ha sido el yoga y la meditación, pero como no a todos nos sirven las mismas herramientas pues he hecho un listado de opciones para habitar estos días conscientemente (no se vale evadir) de la mejor manera:

• Escribir, es una terapia para la mente, descargar todos los pensamientos en un papel y luego leerlos con mirada crítica puede quitarle fuerza a los miedos.
• Parar el flujo abrumador de noticias, vídeos y todo ese material que se comparte en redes sociales, TV y radio. Sin un adecuado filtro toda esta información sólo alimenta la ansiedad.
• Contemplación, bajarle el ritmo a la vida nos permite ESTAR más atentos a los pequeños detalles, valorar cada instante, despertar los sentidos, estoy segura que los últimos días han escuchado el trinar insistente de los pájaros, han visto más veces el cielo, han estado más presentes.
• Orar, meditar, cantar mantras, leer poemas, ponen a la mente y a las emociones en una energía elevada, nos sintonizan en frecuencias altas.
• Uno de los regalos que nos trae como humanidad la pandemia es entender que somos UNO, que mis acciones, pensamientos, decisiones, emociones afectan al colectivo. Entonces qué mejor momento para Conectarse con uno mismo y amorosamente autoevaluarse para plantearse cambios que impacten positivamente el paso por este mundo.
• Leer, un libro poderoso y oportuno es El poder del ahora de Eckhart Tolle. O releer tu libro favorito, o cualquiera de los que habías relegado por no tener tiempo.
• Solidaridad, siempre, siempre ayudar a otros reconforta, hay mucha gente con trabajos informales en la calle que se quedó sin sus ingresos para sobrevivir cada día, hacer donaciones a través de las múltiples fundaciones que apoyan estas iniciativas hace la diferencia.

Pd: Una meditación sencilla es sentarte en postura fácil (que es la postura de las imágenes de Buda, con las piernas recogidas), espalda recta, mentón recogido hacia abajo (sin tocar el pecho), manos en mudra de oración (palmas juntas a la altura del corazón) o en Gian Mudra (manos en las rodillas con las palmas hacia arriba y las yemas de los dedos índice y pulgar se tocan, los otros dedos estirados), ojos cerrados (y dirigidos al entrecejo), se inhala profundamente por la nariz mientrás se dice mentalmente «AQUÍ» y se exhala por la nariz lentamente, diciendo «AHORA». 5 minutos cada vez que te sientas inquieto, angustiado, estresado, alterado… este ejercicio te llevará a la calma.