Hace 10 días regresé de una de las experiencias más enriquecedoras de mi vida: el Camino de Santiago, superó todas mis expectativas, ya mi mente está planeando el próximo, me lo dijeron varios peregrinos: «después de hacer el primero, no paras!». Y es que ese encuentro con la naturaleza y con la vida es maravilloso. Cada paso encierra un pensamiento, un paisaje, una historia, conoces gente todo el tiempo, cada cual en su búsqueda personal pero al final todos unidos como una familia.
Dicen los peregrinos reincidentes que el verdadero sentido del Camino está en las relaciones que surgen, te encuentras con gente luchadora y valiente (un portugués hacia el Camino en muletas, varios tenían lesiones en sus rodillas o pies), la solidaridad y compasión hacen parte de la mochila, lo que tienes no es tuyo sino del que lo necesite, se respira fraternidad y alegría.
El esfuerzo físico es enorme, pero la satisfacción de terminar cada etapa lo supera y lo vale. En mi mente y corazón guardaré todos esos momentos mágicos de conexión con la naturaleza, esas intensas horas de oir el sonido de los animales en el bosque, el agua de los ríos correr, las hojas de los árboles bailar impulsadas por el viento, como amé esos árboles de troncos altísimos, todos los matices de verde, incluso la intensidad de la lluvia que nos acompaño, era la orquesta perfecta que acallaba mis pensamientos, primaban los sentidos y su deseo de llevarse un poco de ese mundo perfecto.
Agradezco al Universo por permitirme vivir ese sueño y a los seres de luz por acompañarme en todo momento, ahora solo espero escuchar muy pronto la frase «buen camino».
Pdta: Mi camino se lleno de luz gracias a los mensajes de animo de mis seres queridos (familia y amigos) y a las sonrisas y compañía de mi familia peregrina (Patricia, Pepe, Felipe, Gil, María Jose, Miguel, Elías, Juan Carlos, Martha, Abel, Kike, Esther, Asun, Manuel, Laura y Jorge). Gracias a Todos!
Campeona – la próxima vez voy contigo ;). Besos.
Que inspirador!!!! ❤ Un relato del alma!!☀